miércoles, 11 de junio de 2014

Día 05 - Meramec Caverns-Springfield (MO)

Esto es la repanocha. Necesitaría no un blog, sino un libro entero para contar todo lo que hemos hecho y visto en el día. Como no puedo permitirme lo del libro y es tarde voy a intentar ser esquemático...

Nos hemos despertado en un sitio idílico. Naturaleza a lo bestia (como todo lo de aquí).





Desayuno "hand-made" en plena naturaleza...



Visitado una pequeña ciudad con muchos murales (que permanecen inmaculados) con el paso del tiempo.


Hemos visto el balancin más grande del mundo.



Un lugar que conmemora la crueldad con que los indios Cherokees fueron expulsados y confinados a ciertos territorios.


Visitado un especial pasaje de la naturaleza conocido como "el codo del diablo" en que uno puede contemplar un puente que bien pudiera ser el del río Kuawi...


Visitado lo que presume de ser la tienda de regalos más grande del mundo... ¡¡NO he comprado nada, conste)



Y visitado una tienda que no sé si presume de algo, pero desde luego podría. No voy a intentar describirlo porque quien no lo haya visto no se lo puede imaginar. Tienda, teóricamente, de caza y pesca que , además de serlo, podría establecerse como museo, algo realmente espectacular..






Y, con todo, siendo esto mucho nada que ver con lo importante del día...

Lo importante, de verdad, es saber que hay bellísimas personas en el mundo con las que hace falta muy poco, realmente, nada para saber que puedes confiar en ellas como ellas saben que pueden confiar en tí...

Lo de la importancia del destino, de la trascendencia de lo insignificante en lo importante requiere también su reflexión aunque no la voy a hacer ahora....

Volviendo a lo de las personas y aunque excede la narración del viaje en si mismo tengo que contarlo, por increíble, misterioso y/o esperanzador.

El año pasado volando a Chicago y sólo por el hecho de que llevaba una camiseta de la Ruta 66 conocí a Troy y a Beth, su mujer. Charlamos en el avión y daba la casualidad de que ellos viven en Springfield que era donde nosotros dejábamos el coche y cogíamos la moto. Con nada más que un poco de conversación, Troy se ofreció a ir a buscarnos al aeropuerto y llevarnos a la oficina de alquiler de motos (se ocupó también de reservarnos la habitación en un hotel..)..

A los pocos meses tuve la fortuna de poder corresponder a Troy, su amabilidad, ofreciendo a su hijo Ian el pasar una noche en casa y acercarle al aeropuerto en su paso de Alicante a Springfield.

Desde entonces hemos mantenido el contacto por correo electrónico hasta que le comenté que este año repetía Ruta 66. Desde el primer momento me ofreció su casa y aquí estoy en estos momentos, en su casa. En una magnífica habitación escribiendo este blog después de una opípara cena con una inmejorable compañía: Troy, su mujer Beth, sus hijos Ian y Drew (no estoy seguro de que se escriba así) y otros miembros de su familia. Su hospitalidad, amabilidad y cariño con el que nos han tratado no es descriptible con palabras...





Pero es que esto no es todo. En menos de tres semanas mi hija Elena vendrá aquí para pasar dos semanas con ellos.

Lo único que, de verdadl, espero es poder corresponder a su amabilidad de alguna manera... Troy y Beth, ya sabèis que tenéis una casa en Madrid, para lo que queráis. Muchas gracias por todo.



4 comentarios:

  1. Hola Luis, que bonita historia la de Troy, conociéndote no es extraño que la gente se ofrezca para eso y mucho más.
    Observo que estáis pasando o al menos parando en sitios diferentes a los del anterior viaje. En cualquier caso todo es espectacular y veo que los pasáis estupendo. Por cierto, cuidado con esos desayunos.
    Saludos
    Quique

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    1. Quique, eres muy observador y "atinado" en tu comentario; veo que estás atento. Estoy quitándome todas las espinitas que se me quedaron clavadas el año pasado. Especialmente los primeros días el año pasado fueron duros y dejamos de ver bastantes cosas. Estoy esmerándome en ellas ahora...
      En cuanto a lo otro qué decir: gracias, gracias y gracias.

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  2. AMIGO
    Realmente me da muchísimo gusto saber esta historia, y es cierto la vida te pone en el camino a mucha gente bella y especial, que hace que ti vida tenga sentido, felicidades, y realmente estoy disfrutando tus relatos, con una envidia pasajera, pues pronto estaremos por ahí. Cuídense mucho y sigan disfrutando.

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    1. Muchas gracias Jesús. Pues si lees mi entrada de hoy verás que no puedes dejar de visitar a Gary en Gary Gay Parita Station. Una leyenda viva.

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